Con un relato conmovedor, André Luiz presenta la historia de dos personas gravemente enfermas que se conocen en el parque de un instituto de rehabilitación. Tiempo después vuelven a encontrarse, esta vez en un hospital en el mundo espiritual. Descubren que la vida continúa después de la muerte y que los lazos entre ellos son mucho más fuertes de lo que podían imaginar.
Esta obra nos enseña en forma amena a no temerle a la muerte, pues la vida continúa.